Ópera prima de Javier Fuentes León, cineasta peruano que dejó su carrera de medicina para seguir una pasión que siempre había rondado su alma y su corazón: el cine, "Contracorriente" nos habla de esa verdad que todo ser humano debe enfrentar para ser feliz con uno mismo. Precedida de galardones como los del Festival de San Sebastián 2009, Premio Sebastiane a la Mejor Película con Temática Gay o el Festival de Sundance 2010 - USA Premio de la Audiencia Competencia Internacional Dramática, así como otros dieciséis galardones internacionales en otros festivales de prestigio, la cinta de Fuentes-León nos muestra un discurso sincero y directo, una película que subvierte los cánones morales establecidos.

Allí donde ya se ha visto casi todo en cuanto a drama romántico gay con sus pinceladas trágicas , Fuentes León nos arroja un aire fresco a la cara dejándonos con un sabor agrio pero delicioso. Y para que la historia pegue con fuerza el director, quien también es el guionista del filme, sitúa los hechos en medio de un pueblo de pescadores, allí donde no hay espacio para lo que es diferente donde el machismo es la ley de los hombres del mar y donde juzgar a los demás es como el pan de cada día. De primera instancia parecería que el amor de Santiago (Manolo Cardona) y Miguel (Cristian Mercado) está condenado al fracaso en medio de tan difíciles condiciones, son felices a su manera ocultando que son amantes dentro y fuera de la cama que no solo sus cuerpos sino sus corazones necesitan uno del otro.

Fuentes León le otorga sinceridad a sus personajes, en un tema con el cual sería muy fácil caer en los clichés y las repeticiones, en la moraleja simple o los arquetipos hechos; sin embargo logra salir airoso con una trama que no cede que se empuja a sí misma fluyendo de menos a más hasta el culmen de la misma. Los amantes tienen al mar como su testigo, allí sus cuerpos y sus mentes son libres para hacer lo que quieran, la fotografía nos brinda unos planos hermosos de los cuerpos que se aman, no es dura, es cálida y abierta, como lo son ellos cuando quieren estar juntos.

Cristian Mercado nos entrega una interpretación versatil y brillante, Manolo Cardona cumple y Tatiana Astengo le otorga matices a su rol de mujer engañada. Junto a ellos el mar es testigo de lo que pasa en esa caleta donde el día a día arrastra la rutina a la vida de ese grupo de personas, donde todo parece tan normal como ir a la misa los domingos o tomarse un par de tragos en la cantina donde los hombres son hombres y las mujeres esperan en la casa. Solo cuando Santiago le exija a Miguel una decisión, porque él ya está harto porque no puede seguir engañándose a sí mismo como si el amor entre ambos no existiera, es que la trama da un giro cogiendo un camino distinto sobretodo cuando a Santiago se lo lleve el mar y regresa a pedirle a Miguel que cumple con su última voluntad: ser enterrado en el océano.

El director entonces se vale del recurso de hacer un fantasma a Santiago, al amante ido nadie lo ve excepto Miguel, ahora sí pueden hasta cogerse de las manos en público porque ya nadie los ve. Y todo podría seguir así pero ese realismo mágico que podría convertirse en un culebrón adquiere una dimensión de gran poder. Una vez más vemos la homofobia dentro del mismo Miguel, un hombre felizmente casado que espera su primer hijo con Mariela (Tatiana Astengo) que se mantiene terco e inflexible hasta creer que todo puede seguir así como si nada. ¿Qué consecuencias traerá la verdad, podrá enfrentar los prejucios y enterrar a su pareja amante de forma digna?

¿Cómo se puede nadar a "Contracorriente"? ¿Cómo ser feliz escondiendo tu verdadera naturaleza? ¿Cómo adaptarse sin temor al rechazo cuando solo intentas encajar con los parámetros establecidos por la sociedad? El cine gay que hasta el momento la gran mayoría de espectadores ha visto es aquel que nos habla de sufrimiento, marginación y sordidez hasta se diría casi como verse atravesado por una maldición y aunque esta película posee un toque parecido nos abre también otra puerta, una hacia la que podemos caminar tan solo con la verdad.